¿Por qué nos influye?
En 2017 Jeffrey Hall, Michael Rosbash y Michael Young recibieron el premio Nobel de Medicina por descubrir cómo funciona nuestro reloj biológico interno, el ciclo circadiano.
Una parte fundamental de este mecanismo está relacionado con los llamados fotorreceptores ipRGCs de nuestros ojos, los cuales están especializados no en la creación de imágenes sino en la regulación psico-fisiológica de las personas.
¿Cómo nos afecta?
Los fotorreceptores ipRGCs se excitan ante ciertas longitudes de onda de la radiación solar –sobre los 470 nm-, enviando la información al hipotálamo e influyendo en nuestro estado anímico, capacidades metabólicas y cognitivas e incluso la regulación del sueño, afectando por tanto a nuestra salud y bienestar.
Los usuarios de los edificios no son una excepción, y aquellos que se encuentran en centros dotados de un buen sistema de iluminación natural experimentan todos estos beneficios diariamente.
Ritmos y cronobiología
La vida de las personas está sujeta a ritmicidad. Además de los ritmos circadianos de sueño y vigilia, tenemos ritmos asociados a las estaciones y otros más cortos asociados al bienestar y al rendimiento.
La sincronización de todos estos ritmos está regulada en gran medida por la luz, a través de estos fotoreceptores ipRGC y los mecanismos psico-fisiológicos asociados.